jueves, 20 de abril de 2017



El día del trabajo llegó a Colombia sin los derechos laborales

Economía
1 May 2016 - 10:02 AM
Camilo Vega Barbosa
Es lo que piensan sindicatos y analistas laborales al considerar que justo cuando la generación de empleo esta cayendo en Colombia, los recientes cambios normativos van en detrimento de la contratación de calidad. El Gobierno se defiende.

Este domingo se celebra en Colombia y en el mundo el Día del Trabajo. A diferencia del año pasado, cuando la cifra de generación de empleo en el país venía ascendiendo de manera constante, este 1° de mayo llega en medio de un nivel de desocupación creciente: el Departamento Administrativo Nacional de Estadística informó que mientras hace un año la tasa de desempleo de marzo era de 8,9 %, en el tercer mes de 2016 alcanzó el 10,1 %. Y no se trata de un hecho aislado, pues este año el número de desempleados ha aumentado en todos los meses, acumulando una población de 2,4 millones de ciudadanos.

La otra diferencia que tiene este 1° de mayo con el de hace un año es que en las últimas semanas ha habido mucho movimiento en el mundo laboral colombiano: llegó una nueva ministra de Trabajo que promete trabajar por el posconflicto; se presentó el proyecto de ley por parte de sindicato de actores ACA para regular la actividad y el 7 de abril se cumplieron 5 años de la suscripción del Plan de Acción Laboral. Sin embargo, si hay dos temas que están generando tensión en el sector y que intensificarían las protestas de este domingo serían la recién aprobada ley de empleo juvenil del Gobierno y el Decreto 583 de tercerización laboral. El motivo de la pelea es que justo cuando la generación de empleo está cayendo, la calidad de la contracción también lo está haciendo.

El investigador de la Universidad del Rosario Iván Daniel Jaramillo dice que “pareciera que este 1° de mayo se estuviera celebrando el empleo sin derechos y no el trabajo decente. Puede que los cambios normativos que se han aprobado en las últimas ayuden a que existan más personas vinculadas a algún tipo de actividad, pero se da sacrificando la calidad, pues no se protegen las garantías laborales. Por ejemplo, con la nueva ley de empleo juvenil se les pide a las empresas que acepten jóvenes entre 18 y 28 años, con una exoneración de los aportes a cajas de compensación; sin embargo, esta no se condiciona a que la contratación tenga vocación de estabilidad. Por esto es posible que existan contrataciones de tan sólo un mes, y que de todas formas los empleadores reciban los beneficios por este corto período”.

Frente a estas críticas, el viceministro de Trabajo, Luis Ernesto Gómez, “dice que los beneficios en exoneración de pago a cajas de compensación duran el tiempo que el joven esté contratado, por lo que no es cierto que con esta norma las empresas se vayan a robar este beneficio al vincular a alguien y despedirlo inmediatamente. Además, este no es el único punto de la ley que ayudará a atacar el desempleo juvenil: eliminamos el requisito de la libreta militar para que puedan acceder a un empleo, y damos capital semilla y descuentos en matrículas mercantiles para aquellos que prefieran emprender en vez de trabajar para alguna compañía. Asimismo, creamos un programa de prácticas laborales en las empresas industriales y comerciales del Estado”.

El otro punto sensible es el Decreto 583 del 8 de abril de 2016, sobre tercerización laboral. El malestar radica en que los sindicatos esperaban con esta norma medidas restrictivas de la subcontratación, pero “lo que terminó haciendo fue legalizar los procesos de subcontratación. Aunque esta política no genere desempleo, haría más precarias las condiciones de los trabajadores. La idea no es contratar por contratar, y el Gobierno debería saberlo”, afirmó Winston Petro, fiscal de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT).

Por su parte, el viceministro de Relaciones Laborales, Enrique Borda, comentó que “el decreto es realmente un instrumento para hacer inspección, vigilancia y control a los casos en los cuales los empresarios utilizan formas jurídicas incorrectas para vincular trabajadores y violarle derechos en procesos de tercerización laboral. Hay un entendimiento errado sobre esta norma, lo que buscamos dentro del Ministerio es garantizar el trabajo decente”.


Además de las disputas sobre las normatividades que se vienen, al mercado laboral colombiano se le vienen grandes retos para este año, y la nueva administración del Ministerio del Trabajo deberá enfrentarlos. Uno de ellos es la inflación, el principal punto de discordia durante las últimas negociaciones del salario mínimo. Y dado a que todavía no cede y la expectativa de los analistas son todavía altas sobre el indicador, la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores todavía es un riesgo prevaleciente. Además, tal como lo indicó el presidente Juan Manuel Santos, la cartera deberá hacerse cargo de las políticas de empleo en el posconflicto, que aunque ya se han mostrado algunas propuestas todavía no se han materializado.

Recuperado de http://www.elespectador.com/noticias/economia/el-dia-del-trabajo-llego-colombia-sin-los-derechos-labo-articulo-629933

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